LXS LIBERTADORXS

Contramonumento participativo

Lxs Libertadores, Contramonumento es una intervención que se da en el espacio público, que es de carácter participativo y que imita al caballo del monumento de La Plaza San Martin, pero sin su jinete. Este contramonumento despoja de toda parafernalia al monumento original: no hay pedestal y, más aún, no hay héroe, solo está el caballo. Nos presenta una imagen incompleta, que espera a los y las peruanos contemporáneos para renovar su pacto con la libertad.

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En medio de una compleja crisis política, económica y sanitaria que ha hecho evidentes las graves inequidades y limitaciones de nuestro sistema político-económico, la pieza artística nos pregunta: ¿Bajo qué ideales se sostiene nuestra República? ¿Los sueños de libertad de hace 200 años necesitan ser renovados? ¿Es necesario un nuevo paradigma de nación acorde con nuestra diversidad cultural y las nuevas reivindicaciones? y ¿Qué rol tenemos lxs ciudadanos en esta tarea? Con miras a abrir el diálogo en torno a estas preguntas, el público es invitado a ocupar el lugar de José de San Martín, y así volverse el símbolo de una república peruana como una tarea constante de todos y todas.

El proyecto fue concebido para ser instalado en la Plaza San Martin del Centro de Lima, pero en el marco del bicentenario, finalmente, se presentó en el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social desde julio hasta octubre del 2021. Hoy presentamos en UPC Cultural el registro fotográfico de lxs casi 700 peruanxs que participaron, subiéndose al caballo para darle nuevos sentidos y reivindicaciones a la idea de libertad.

La instalación no presenta una sola respuesta a estas interrogantes, sino busca abrir el debate y se concibe como un detonante de reflexiones. Entrega al público una palestra que concentra la mirada en los peruanos y peruanas de hoy. “Ellxs, son lxs hacedores de su nación y de las respuestas necesarias. Esta nueva estatua, a diferencia de la primera, no intenta perpetuar una única lectura de la historia, acciona a partir de la memoria de los pueblos. Construye una interpretación distinta y nos entrega símbolos renovados con cada nuevx libertadxr.” – explica el artista Mauricio Delgado. A diferencia de los monumentos tradicionales, los contramonumentos no depositan la tarea de la memoria en el cemento o el fierro, si no en la gente. Se valen de materiales o recursos efímeros para desencadenar en las personas una mirada crítica de nuestra historia.

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Este caballo, que tiene 3.40 metros de altura, es un lienzo en blanco, una obra inconclusa a la espera de un nuevo jinete que la complete por un instante. La obra no es la escultura, ni la foto final: es la gente alterando con sus sueños cada imagen.

El proyecto ha sido posible gracias a la participación de artistas y gestores culturales. El equipo está formado por Mauricio Delgado, artista visual; Carolina Christen, gestora del proyecto; Mario Colán, fotografía del proyecto mediante – estudio fotográfico Camera Obscura; Mónica Moscol, coordinadora de escultura; y los facilitadores Ibis Meléndez, Oscar Delgado y Juan Varela.

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