Eloy se considera el papa en el Perú y fundador del Imperio del Sol. Él alardea sobre su “fuerza sobrehumana”. Canta, baila y juega. Siempre está activo. Piensa que vivir en la calle es estar “en un campo solitario donde hay maleantes, asaltantes, violadores. (…) Entonces, se vive sin techo, sin hogar, sin compañera. Es una desgracia vivir en la calle”.