Francisco se enfermó de tuberculosis en la calle, así que, en Casa de Todos, se vio obligado a pasar las noches lejos de Johnny, en una carpa de aislamiento. Durante el día, sin embargo, se ponía la mascarilla y acompañaba a su hijo para asegurarse de que no le pasara nada malo. A pesar de ser un hombre pequeño y mayor, se hizo respetar entre los albergados.